Si echamos un vistazo a las cifras de la vida laboral de los latinos, no es difícil entender cómo ha sucedido. Sólo el 16% de los latinos puede trabajar desde casa, el porcentaje más bajo entre todos los grupos étnicos y raciales. Esto supone un grave peligro para todos aquellos que no pueden hacerlo.
Una posibilidad es que simplemente sigan yendo a trabajar, arriesgando su salud y la de sus familias. Sesenta y nueve por ciento de los hogares latinos en Illinois son multi-generacionales, y muchos están hacinados, lo que aumenta el riesgo de COVID-19 se propague a través de la casa-incluyendo a aquellos en el rango de edad más avanzada, en situación de riesgo.
Al mismo tiempo, los latinos están impulsando el crecimiento del mercado laboral de Illinois y tirando más de su propio peso económicamente. Son la minoría que más contribuye al poder adquisitivo total del estado de Illinois, con más de 63.000 millones de dólares en 2019.
Sin embargo, a muchos latinos se les niegan los cheques federales de estímulo. Según la Ley CARES, las parejas que declaran sus impuestos conjuntamente deben tener números de la Seguridad Social válidos, o ellos y sus hijos no podrán optar a estos cheques.
Sabemos que aproximadamente 200.000 hogares en Illinois tienen al menos un miembro indocumentado. Si una familia de cuatro personas recibiera de otro modo 3.400 dólares en fondos de estímulo - 1.200 dólares por cada dos adultos y 500 dólares por cada dos niños - eso supone casi 700 millones de dólares en fondos federales de estímulo que se están denegando a estas familias, simplemente porque uno de sus miembros es indocumentado. Se les están negando estos fondos a pesar de que pagan impuestos. En 2017, los residentes indocumentados de Illinois pagaron más de 758 millones de dólares en impuestos estatales y locales.
Según el Migration Policy Institute, el 71 por ciento de la población indocumentada de Illinois es latina. Aproximadamente el 17 por ciento de los latinos de Illinois son indocumentados.
Mientras el mundo lucha contra esta crisis, muchos latinos e inmigrantes de Illinois están ahora sin trabajo, sin derecho a recibir fondos de ayuda y sin derecho a prestaciones por desempleo. Algunos no pueden mantener a sus familias.
Este efecto de tsunami económico no se limitará a estas comunidades. Son algunos de los contribuyentes económicos más poderosos de Illinois; su devastación es la devastación del estado.
A medida que el gobierno, la filantropía, las empresas, la sanidad, la enseñanza superior y otras instituciones de poder desarrollan estrategias de ayuda económica, esta realidad no debe pasarse por alto. La inclusión de todos los habitantes de Illinois es esencial para la recuperación y el interés económico del estado.